Se termina el año 2020, que parecía un lindo número…
Por sus secuelas pareciera un año malo, porque todos lo sufrimos con pérdidas de seres queridos y cercanos. Pero también nos deja enseñanzas. Cuidarnos y cuidar a los demás, ayudar mucho, valorar lo que tenemos: casa, abrigo, comodidad, remedios; y procurar paliar la situación de los que no lo tienen.
El 2020 nos reeducó en la convivencia y en aislamiento, en la ausencia de cariños, besos, abrazos, y reuniones familiares y de amistad.
Descubrimos, y su uso fue masivo, el instrumento del video. Lo que nos permitió disminuir el impacto de la distancia y comunicarnos, aunque sea imperfectamente.
Tuvimos conciencia de que hay conductas heroicas y que existen personas dispuestas a morir por lo demás. ¡Y así lo hicieron! Como es el caso de médicos, enfermeras y demás personal del área de salud que atienden enfermos de Covid.
También se corrió el velo de la asistencia a la salud y comprobamos que no están destinados los recursos suficientes para enfrentar con éxito una Pandemia. Tenemos que tomar conciencia que años malos y muy malos siempre hubo y habrá, por lo que las futuras calamidades que se anuncian (no es la última Pandemia) nos tienen que encontrar dispuestos, con igual entrega, y sobre todo, habiendo tomado los recaudos asistenciales, afectando recursos que hoy tienen otros destinos, como el consumo exacerbado. Y armarse para la guerra.
Desde Araujo Abogados deseamos que, al igual que para nosotros, este haya sido un año de aprendizajes, conciencia y entrega. Y que en el 2021 sigamos encontrando la manera de estar más cerca de nuestros seres queridos, logrando nuestros objetivos, y con una sociedad y sistema de salud fortalecidos.