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Araujo

Empresas Familiares en el Agro

Empresas Familiares en el Agro

Cuando en nuestro país decimos campo, no es solamente la tierra, sino que abarcamos un sinnúmero de actividades que, con orgullo, hoy podemos decir que son el motor de la economía nacional.


Pero como todo aquello que está en constante cambio y crecimiento, se necesita una base sólida de la cual aferrarse a la hora de garantizar lo más importante: su preservación.

Por eso nuestro estudio jurídico se especializa en asesorar a las empresas familiares en el agro, brindándoles herramientas jurídicas sustentables.
A continuación, un breve recorrido por los ítems prioritarios.


Las actividades que se destacan son las productivas; agrícola, la producción ganadera, producción porcina, avícola; las de servicios; el transporte de carga, el transporte de combustible, el asesoramiento técnico, el seguimiento de cultivos, las tecnologías aplicadas a la producción; la actividad industrial; toda la cadena productiva de la maquinaria agrícola, la metalúrgica, como son las fábricas de sembradoras, cosechadora, fumigadoras, tractores, y todos sus implementos; se destacan también los tambos, los acopios; en fin, la lista es interminable.


No podemos obviar que estas empresas
son en un 90 % empresas familiares, grandes o pequeñas compañías que se estructuran mediante sociedades anónimas (SA), simplificadas (SAS), unipersonales ( SAU), de responsabilidad limitada (SRL), o simples unipersonales.


¿Mi empresa es una empresa familiar? ¿Qué son las empresas familiares? ¿Tienen legislación propia? ¿Son un tipo de sociedad en especial?

En la Argentina la empresa familiar no es un tipo específico de sociedad, como lo es en España por ejemplo, que tiene su legislación especial y su tratamiento impositivo específico que la regula.


La empresa familiar, no importa qué ropaje jurídico tenga, si es una SA, SRL o SAS, tiene esta característica distintiva: La propiedad, el gobierno y la dirección de la empresa se encuentran en manos de una o varias familias. Se le puede sumar – en la Argentina se da en un porcentaje cercano al 90 %- que los integrantes de la familia además trabajan en la empresa.


Lo esencial es que quien toma las decisiones y es dueño del negocio no solamente es la misma persona, sino que comparte con sus socios y colegas una relación de familia.


Por eso, si uno es padre, hijo, sobrino, nieto, yerno, suegra, suegro, primo, prima, de quien
es socio gerente, o presidente en la empresa, o accionista, o socios de la empresa, trabajás o tenés una empresa familiar.


¿Y cuales son los interrogantes que se plantean las empresas familiares? ¡Muchos!


En esta disciplina se entrelazan dos aspectos muy sensibles, por un lado los lazos familiares, y por el otro la empresa, los negocios, la organización, el mando, y otros factores más que hacen a la empresa.


Ello conlleva que las discusiones o conflictos que se suscitan en esta materia son variados y muchos han llevado a la disolución de la empresa, a una reorganización y
en otros casos a la desaparición, no solo de la empresa en sí sino también de los lazos familiares.


La familia va experimentando cambios naturales. Los hijos pasan a ser padres, estos abuelos, se incorporan los llamados políticos/as, etc.


Por su lado, la empresa también va madurando. Se van incorporando nuevas generaciones, y de la mano de las nuevas tecnologías, se cambian los procesos, las forma de vender, de comercializar, de producir, en definitiva se aplica la impronta de quienes van
tomando la nueva iniciativa.

En este sentido, la ley y normativa vigente brindan herramientas para la protección de la empresa y su evolución. Estas decisiones, bien adoptadas, protegen no solo intereses económicos o la prosperidad misma de la empresa sino algo fundamental, que es la familia.

A partir del año 2015, con la reforma integral del Código Civil y Comercial de la Nación,
han surgido nuevas herramientas jurídicas que colaboran a dar un encuadre legal a las compañías familiares, sean estas grandes o pequeñas.

El Fideicomiso es una de ellas, ahora con la posibilidad de conformarlo como testamentario.
Los acuerdos de accionistas, el protocolo, la sindicación de acciones, son herramientas que siguen siendo muy efectivas para la protección de la empresa familiar.

También los testamentos, las donaciones, contratos de alquiler, renta vitalicia, cesiones, son algunos otros instrumentos que han sido utilizados para ocasiones particulares.

Como siempre pregonamos, cuando asesoramos a una empresa familiar, el
tratamiento que debe darse es específico, totalmente personalizado, atendiendo al
caso concreto.
Es un traje a medida donde hacemos foco para que el objetivo particular pueda cumplirse, que LA FAMILIA Y LA EMPRESA CONVIVAN Y SE NUTRAN PERMANENTEMENTE.

Por eso, estimado productor, industrial, chacarero, gringo, hombre de campo…. Si sos parte de una empresa familiar, te recomendamos encontrar ese momento necesario para
asesorarte y planear un futuro sólido y en familia.