Concluimos un año menos complicado que el anterior, en el que la pandemia no se enseñoreó, con menos contagios y además permitió el retorno a la vida que conocimos, bien que gradualmente.
Y el retorno a la actividad productiva y de servicios se produjo con energía y fibra, demostrando que también somos capaces de milagros de recuperación, al menos como se puede comprobar en la actividad industrial, en la construcción, en el campo y en los servicios, en nuestra zona.
Nos complace que nuestros clientes, empresarios y comerciantes hayan alcanzado niveles de actividad de pre-pandemia y Dios mediante, nada ni nadie parece podrá detener ese crecimiento.
Deseamos que esa generación de riqueza anime a los sectores más desposeídos, genere puestos de trabajo y actividad para los desempleados; también elevamos súplicas para que la violencia e inseguridad sean desterradas por aquella mejoría y por efecto de la paz.
Pedimos poder seguir dando a nuestros clientes, que además son nuestros, un servicio y asistencia jurídica en tiempo oportuno y de calidad.
Auguramos una Feliz Navidad y mejor año nuevo, para todos.